Más que errores, se trata de 10 puntos en los que todas las emprendedoras hemos tenido dificultades o puntos ciegos a la hora de comunicar. Esto que te comparto no resume todos los errores posibles, pero sí son los que creo clave, desde mi experiencia y desde la de mis queridas clientas y alumnas, para prestar atención si queremos de verdad cultivar una comunicación más real y auténtica en nuestro negocio.
Aquí abajo te los sintetizo, pero en el episodio hay joyitas extra que vale la pena escuchar:
1. Incoherencia entre el mensaje y las acciones:
- La incoherencia es humana, la contradicción también. Por eso la coherencia es un valor que se cuida y se cultiva. No se trata de que seas perfecta, sino que seas honesta, humilde y amable con vos misma. Observar nuestros errores y límites es la mejor manera de ser coherentes. De decir y hacer lo que decimos. Nuestras acciones respaldas nuestras palabras o las ponen en duda
2. No escuchar a la comunidad:
- La comunicación no se trata de monólogos. La escucha activa, la conversación atenta y de calidad, permite crear una comunicación más relevante y efectiva. Aprovechá, por ejemplo, los stickers para conversar, no solo para aumentar el engagement
3. Ignorar o no pedir feedback:
- ¿Cómo fueron recibidos tus servicios? Aprender a pedir feedback Además de animar a las personas a darlo con algún incentivo, hacer las preguntas correctas. Hace poco alguien me pidió feedback pero no había espacio para sugerencias o expresar algo que no resultó.
4. Exceso de información:
- Acá me declaro culpable y es algo en lo que siempre estoy buscando mejorar. Abrumar con información no pedida y que no suma, solo resta. Aplica a todo: redes, servicios, presentación, etc. Genera sensación de agobio y confusión, porque si todo es importante, nada es importante: se desdibujan los valores y la misión del emprendimiento.
5. Uso inadecuado de las redes sociales:
- Es fundamental publicar con propósito claro. Publicar por publicar diluye la imagen de la marca, nuestra credibilidad. Escucharse y conocerse como emprendedoras para no perderse en modas, tendencias a lo que hace la emprendedora de enfrente. Divertirse es un buen propósito, es un fin. No todo tiene que ser serio, complejo o profundo, pero sí con intención.
6. No adaptar los mensajes a los canales:
- El tono y el marco de cada plataforma es importante. Considerarlos es clave para no desconectarnos de la audiencia. Ejemplo: blog, podcast, newsletter, redes. Aspectos diferentes de un mismo tema.
7. No ser claras con la propuesta de valor:
- Acá también levanto la mano, esa pasión por compartir muchas veces nos conduce a irnos para la tangente. Se pierde claridad sobre en qué y cómo ayudamos, ejercitar el equilibrio y yel foco es fundamtal.
8. Falta de transparencia:
- Humanizate: compartí motivaciones, decisiones, incluí a tu audiencia. Se creíble. Lo mismo pasa con la responsabilidad social y el greenwashing. A veces se hace sin mala intención pero ocurre más de lo imaginado: apoyar causas concretas en la comunicación pero no en los hechos, no hacer concretamente ninguna acción en favor de esas causas.
9. Falta de personalización:
- No todo el público es el mismo. Tienen distinto nivel de conocimiento de nosotras, de lo que hacemos, y están en nuestra comunidad por diferentes motivaciones. Nuestro público no es homogéneo y siempre igual, está vivo. Comunícate con todas las capas.
10. No evaluar y ajustar estrategias:
- Un error común es no revisar ni medir el impacto de las estrategias de comunicación. Sin evaluación, es imposible saber si estás realmente alineado con tus valores. La comunicación no es apretar un botón: implica acción, disposición de energía de crear, compartir, reflexionar, analizar y así. Crear los posteos de los próximos 3 meses no es ocuparse de la comunicación. Es una acción de varias y ni siquiera es la más estratégica. Tener un “fondo de armario” con ideas y plantillas para redes puede ayudarte en el proceso de creación de una forma más flexible y realista que trazar de punta a punta el contenido de 3 meses porque te permite tener en cuenta el contexto, la coyuntura, el humor social, entre otras cosas.
Conclusión:
La comunicación consciente y sostenible es un desafío constante que requiere autocrítica, adaptación y un profundo compromiso con la autenticidad. No te presiones, poné el foco en uno de esos aspectos y dale tiempo para ejercitarlo, cultivarlo y madurarlo. Así, uno a uno irán mejorando de forma individual y colectiva.