Cuando hablamos de crear contenidos para nuestros canales digitales, muchas veces pensamos en un calendario rígido o en la necesidad de cumplir con cada publicación a toda costa. Pero ¿qué pasa si adoptamos un enfoque más consciente y flexible, adaptado a nuestras realidades y las de nuestra audiencia?
En este post, te cuento cómo estructuro mis contenidos para La Casa Azul y cómo podés aplicar estas ideas a tus propios proyectos, mientras mantenés el equilibrio entre consistencia y autenticidad.
¿Por qué no hay entrevista este mes?
Antes de entrar de lleno en el tema, quiero contarte por qué en este último miércoles del mes no hay entrevista en el podcast como es habitual.
Siempre que se acerca fin de año, siento la necesidad de bajar el ritmo y llevar los contenidos hacia un plano más introspectivo. En lugar de sumarme a la vorágine de ofertas, promociones y cursos intensivos que abundan en esta época, prefiero optar por reflexiones más livianas y pausadas.
Para noviembre, tuve una entrevista hermosa planeada, pero decidí postergarla para diciembre. Dos de los miércoles de ese mes caen en fechas festivas (Navidad y Año Nuevo), y quiero que esos episodios sean más ligeros y adecuados para el momento. Esta decisión es un ejemplo perfecto de cómo estructurar contenidos de manera flexible y alineada con tu audiencia y objetivos.
Mi sistema de estructuración de contenidos.
Crear un plan de contenidos no significa tener todo resuelto al detalle desde el día uno. Mi estructura, aunque estable en esencia, ha evolucionado con el tiempo y las necesidades de mi audiencia.
1. Adaptación y aprendizaje constante
Desde la primera temporada de La Casa Azul , el enfoque fue simple: episodios breves para introducir temas como comunicación consciente y vida lenta aplicados al emprendimiento de mujeres. Además, incluí una entrevista mensual a emprendedoras con enfoques sustentables.
Con el tiempo, sumé nuevos formatos, como entrevistas a comunicadoras y episodios temáticos breves sobre dudas frecuentes (flexibilidad, minimalismo, vínculos). Este año decidí enfocarme en dos tipos de entrevistas:
- Testimonios de alumnas para compartir sus experiencias genuinas.
- Conversaciones con emprendedoras sobre su faceta de comunicadoras.
2. Flexibilidad sin perder consistencia
Cambiar la estructura no significa improvisar. Mientras exista un propósito claro, la flexibilidad en los contenidos puede ser una fortaleza. Por ejemplo, este mes decidí priorizar un contenido más liviano, porque las fechas festivas de diciembre requieren un enfoque diferente.
3. Creación para el mediano y largo plazo
Planificar contenidos no implica diseñar un calendario exhaustivo de inmediato. Es mejor comenzar con lo simple y construir capas a partir del aprendizaje que genera el intercambio con tu comunidad.
¿Cómo estructurar tus propios contenidos?
Te comparto algunos consejos clave:
- Definí un propósito para cada contenido. Antes de planificar, preguntate: ¿Qué quiero transmitir y por qué?
- Establecé formatos claros. Decidí qué tipo de contenido funcionará mejor para tu audiencia: entrevistas, reflexiones breves, tutoriales, etc.
- Sé flexible. Si necesitás ajustar el calendario, hacelo con intención. Comunicar los cambios es fundamental para mantener la confianza de tu comunidad.
- Escuchá a tu audiencia. Sus comentarios y dudas son una brújula para ajustar y mejorar su estrategia.
Crear contenidos con propósito no significa seguir una receta rígida, sino encontrar el equilibrio entre tus metas y las necesidades de tu audiencia. Al fin y al cabo, estructurar contenidos es una oportunidad para conectar, reflexionar y evolucionar.
¿Y vos? ¿Cómo planeas tus contenidos?