Date una pausa de reflexión e inspiración en La Casa Azul Podcast

Cómo hacerte oír en reuniones de trabajo

Los espacios profesionales públicos siguen siendo un gran desafío para muchas mujeres y no es cierto que tengas que ganar un perfil más “agresivo” para que te registren. No, hace falta que te expongas ni que grites.

Si tu objetivo es brillar, destacarte, podés hacerlo sin tener que ceder tu personalidad y convertirte en algo que no sos. Pero si no querés ir “más allá” ahora mismo, también es tu derecho y tu posibilidad sentirte más cómoda en las reuniones laborales, ya seas la jefa o estés en el último eslabón en la jerarquía institucional.

En las reuniones en general, pero principalmente en las de trabajo toda nuestra atención está en el AFUERA, en lo que se espera de nosotras, en las expectativas que tenemos sobre el encuentro, en los que los demás dicen.

Pero te propongo poner el foco en VOS Y EN TU ADENTRO. En cómo te sentís, en qué tanto te preparaste (intelectual y físicamente) para ese momento, en que te cuides y cuides tu energía. Así te va a resultar mucho más fácil salir del estado de exigencia y tomar las riendas del asunto en un sentido más profundo.

Hoy te comparto 4 claves para que dejes de padecerlas y empieces a vivirlas como un espacio para nutrirte y crecer:
  • Visualizá antes el escenario y los actores de la reunión. Imaginá todos los detalles posibles, desde el lugar hasta las posturas, el tono de la conversación, todo todo. Visualizate como te gustaría presentarte en ella: cómoda, en confianza, relajada, segura, vos decidís. Lo principal no es “cómo te vean” sino cómo te querés sentir llegado el momento,
  • Atendé a tu postura corporal siempre: tus hombros, tu espalda, tus manos, tus gestos, tu respiración. La respiración te ayuda a detectar si estás nerviosa o ansiosa (respiración corta y acelerada) o no. Si te sentís así podés recurrir a una inspiración tranquila y lenta para bajar la tensión. En cuanto a la mirada: mirar a los ojos a los demás hará que te presten atención incluso cuando no estés hablando. No te preocupes si te inquieta ser “el centro de atención”, cuando alguien está exponiendo tu mirada atenta no hará que todos volteen a vos sino que le harán saber a esa persona (y posiblemente al resto) que estás prestando atención. Además recordá que lo importante de tu postura si bien ayuda a que te registren atenta y tomándotelo en serio, sino que el foco es que tu cuerpo sea tu apoyo para aportarte calma y confianza en esa instancia a vos antes que a nadie más.
  • Si tenés la posibilidad de prepararte antes, hacelo. Nadie nace sabiendo qué hacer ni como presentarse en una reunión de trabajo. Es práctica, dedicación, prueba y error. Date la oportunidad de aprender de lo que te sirvió y de lo que no, no te castigues por si lo hiciste bien o mal. Las reuniones pasan, muchas quedan en el olvido, lo que permanece es lo que aprendiste de ellas (además de lo que pudiste aportar).
  • Si no sabés de que se va a tratar prepará tu escucha activa. Que tu silencio transmita conexión, atención, compromiso. Así, además, vas a detectar más fácil el momento para hacer tu aporte sin encimarte con otras personas o elevar la voz.

Es probable que a la primera no salga como lo planeaste y es NORMAL, está bien. Paso a paso vas a entender que el truco no es que un día salga tal cual lo planeaste sino conocerte a tal punto que no va a ser problema el grado de exigencia de la reunión. No importa el miedo o los nervios, porque sabrás qué hacer para darte calma, apoyo y confianza.

Las últimas novedades sobre comunicación, emprendimiento y sostenibilidad están en El Correo Azul

COMPARTIR

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR