En una época donde muchas cosas ya se han redefinido de nuestro modo de vivir y otras están “en vías de”, el éxito, para nosotras las mujeres que nos atrae (y nos animamos a) otra manera de alcanzar lo que entendemos como éxito, muchas veces se convierte en un asunto difícil de abordar.
A veces nos sentimos exitosas porque estamos logrando eso que nos propusimos y que con mucho esfuerzo hemos ido alcanzando, pero otras, sentimos que nada vale la pena o que no era un éxito tan “importante” al fin y al cabo. Nótese la cantidad de entrecomillados que estoy usando ¿No había dicho ya que era un asunto delicado?


En este episodio de La Casa Azul abordé este tema pero quiero dejarte un breve punteo de lo que ahí te cuento:
Enfocate en los referentes que sí te representan:
En tu familia, en tus amigos, en esos maestros y maestras inspiradoras de tu misma profesión. En mi caso, a mis veintis, me di cuenta que tenía referentes de carrera que eran varones heterosexuales blancos y que muchas de sus historias por inspiradoras que me resultaran no se parecían ni cerca a lo que a mí me tocaba vivir en la misma profesión.
Enfocate en lo que para VOS es el éxito:
No todo éxito se traduce en cifras y brillo dorado, tené en cuenta TODO lo que a vos te hace sentir exitosa, aunque para los demás no tenga sentido. A vos te tiene que hacer sentido porque es tu definición de éxito al fin y al cabo. Para mí, una de mis definiciones de éxito es tener un negocio donde por fin logré reunir muchas de mis pasiones, que me permite sentirme íntegra profesionalmente. Puedo poner todo lo que soy allí.