Me llevó tiempo animarme a compartir fragmentos de mi vida personal. Más allá de la exposición natural que implica hacerlo, quería que tuviera un sentido claro, un propósito detrás. Solo cuando encuentro esa respuesta me siento lista para traer algo íntimo acá, al newsletter o el podcast. Y eso es lo que pasó esta vez. Emprender con una marca personal no es algo superficial, o al menos no debería serlo. Va más allá de contar si te gusta el chocolate para que quien también ama el chocolate se sienta identificado. Es algo mucho más profundo.
Pronto sale a la luz una nueva creación en este espacio, y sin este episodio, siento que no tendría el mismo significado para vos. Compartirnos de manera segura es un aprendizaje que lleva tiempo, y cada persona lo vive de forma diferente. No se trata solo de animarse a contar algo personal. Al emprender con una marca personal, encontrar ese punto donde decimos “hasta acá” puede ser confuso. En mi caso, hasta que no lo tuve claro, preferí no compartir ciertas cosas. No porque no quisiera, sino porque me preguntaba: ¿Para qué lo estoy compartiendo? ¿Por qué lo estoy compartiendo? ¿Me siento segura haciéndolo?
En este episodio te cuento cosas que nunca antes compartí sobre mi mudanza a Chapadmalal y por qué elegí vivir en Miramar ahora.
Que lo disfrutes tanto como yo grabarlo para vos 🌊🌟
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Al llegar diciembre, pareciera que el ruido del mundo se intensifica. Las agendas se llenan, las demandas se multiplican y las noches de luces también traen sombras de cansancio y ansiedad.
El último mes del año llega con luces, encuentros y rituales. Pero también puede traer ruido, demandas y una sensación constante de correr para llegar a todo.
LUZ LUJÁN – 2024 – 
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