La dificultad de vivir a “medida”

Estamos en constante competencia, comparación, acaparación, extremismos, planteando enemigos y trincheras. Metas como puntos de llegada de una carrera, celebrando resultados y no procesos.

La energía masculina no es la energía de los hombres, es energía de acción, de ir. La energía femenina no es la energía de las mujeres, es una energía de recepción, de atraer. Todas las personas, todo lo que es parte de la naturaleza, del universo tiene estas dos energías que no se excluyen, son complementarias. Culturalmente las identificamos como femenina=mujer y masculina=hombre, lo que trajo mucha confusión en varios niveles de nuestra sociedad. No es que la energía masculina sea “mala”, sino que no se sostiene nada solo con el hacer constante. Es fundamental los momentos de reflexión, introspección, calma, cuidado, contención, atracción al centro, eso está mal visto en nuestra sociedad, es sinónimo de “perder el tiempo”, de no hacer nada productivo. Todo el tiempo estamos viendo la manera de ser más eficientes, de hacer más cosas en el mismo tiempo y es una ilusión, porque puede ser que en algún momento “ganes” tiempo haciendo haciendo dos cosas a la vez o salteándote pasos, pero a la larga eso tiene consecuencias y consecuencias negativas.

Son patrones aprendidos de generación en generación y no se transforman de la noche a la mañana. No quiere decir que sea imposible, al contrario, ¡todo es posible! Quiero decirte algo más, en ese momento donde sentís que perdiste el control de ese ritmo que con mucho esfuerzo alcanzaste a sostener, observate con amor y atención. Lo que puede marcar la diferencia entre que sea una situación frustrante en la que te sientas siempre en el punto de partida, o sea una situación nutritiva es tu actitud frente a ella. Poder volver al ritmo con nuevos aprendizajes, esos desajustes no creo que sean “por algo”, pero sí siempre traen información valiosa, dependerá de una si la aprovecha o no. A veces estamos tan enfrascadas en la frustración de haber perdido el flow que no nos damos cuenta de la poderosa información que nos trae.