Alden es periodista, desde Nueva York indaga en la industria de la moda desde una perspectiva ética con una agudeza que atrapa. Al mismo tiempo busca transparentar su modo de trabajo, cómo gana dinero haciendo lo que hace y cuáles son sus límites y condiciones.
Desde su sitio EcoCult y desde otras muchísimas publicaciones con las que colabora como Refinery29 o Glamour, comparte información muy valiosa para aprender sobre el proceso constante hacia una moda más responsable, ética y respetuosa con el ambiente. Aunque su foco es la moda, sus investigaciones dejan claves para aplicar a otros asuntos.
En su recorrida por Buenos Aires en medio de su viaje de varios meses por Latinoamérica para conocer personalmente proyectos sostenibles, tuvimos un momento para compartir juntas. Conversamos sobre el lugar de la moda en un estilo de vida ético, qué es lo importante a la hora de querer comunicar diseño y por qué el foco no tiene que estar en lo sostenible. También nos dejó su mirada sobre por qué América Latina tiene que revalorizar sus culturas indígenas como condición para que la vida sostenible en esta parte del mundo sea algo posible.
¿Qué te motivó a tomarte un año fuera de tu ciudad? ¿qué esperás descubrir o conocer?
La rutina de Nueva York, entre el trabajo, las reuniones con amigos no nos permitían la oportunidad de estar un tiempo juntos (con su marido Illich Mujica) y más relajados. Vivir fuera del ritmo vertiginoso de NY. También para conocer otros lugares, sus tradiciones, culturas indígenas y como una especie de prueba piloto para ver si nos sentiríamos cómodos viviendo en otra ciudad que no sea NY. Buenos Aires me parece una ciudad como París pero de otros años.
El viaje va muy bien, me gusta mucho lo que conocí hasta ahora, ya estuvimos en México (Oaxaca), Nicaragua, Ecuador, Colombia (Medellín) y Perú (Lima). Mi próximo destino es Copenhague, Dinamarca, donde asistiré al Copenhagen Fashion Summit (el evento empresarial de la moda sostenible internacional).

Tengo claro que tu primera impresión de Buenos Aires fue “carne y quesos” por todos lados, lo cual es cierto, ¿qué otras impresiones te llevás de Buenos Aires?
Sí, la primera impresión fue “carne y queso” por todos lados, me costó conseguir leche vegana por ejemplo. Pero me pareció peor el hecho de que en la ciudad no se valoricen las culturas indígenas. En otras ciudades también existen elementos europeos, pero las culturas indígenas son celebradas, las ves, las sentís, están presentes en todos lados… desde el arte, las comidas, pero en Buenos Aires no. Es muy triste porque algunas de mis experiencias más ricas en América Latina fueron sobre aprender de las comunidades indígenas, su comida, su moda y su cultura. Y si tuviese el tiempo viajaría a conocerlas, pero es una lástima que no se encuentre acá.
Buenos Aires es una ciudad que tiene muy poca conciencia ambiental, todo te lo dan envuelto en plástico. Sin embargo en los últimos años hay un cambio de actitud. Hay una regreso de las ferias de barrio, a comprar directamente en huertas, a emprendedores, de todos modos es muy incipiente. Vos que conociste otras ciudades mucho más experimentadas al respecto, ¿cómo creés que se puede dar un avance de calidad?
Esa es una gran e importante pregunta, en NY siempre están adelantados, pero en otras ciudades que visité donde la cultura sostenible empezó a desarrollarse usualmente tiene que ser liderada por “tastemakers” y generalmente empieza por la comida. Una vez que tenés locales populares, las personas empiezan a cambiar su pensamiento con respecto a la comida y ahí pasás a la belleza, la cosmética. Y se comienza por la comida porque las personas dicen “quiero verme más delgado, ser más saludable y lucir bien”… entonces el siguiente paso es el cuidado personal y los productos de belleza, porque las personas se preocupan por los químicos tóxicos que están en los productos de belleza que consumen.
Así que todo comienza con el “wellness movement”, el estilo de vida saludable, como ir a yoga, comer frente a la mesa… y tenés que tener creadores de tendencias que hablen de estos lugares y los hagan ver bien, etc. Una vez que logres que la gente esté en esa onda, no necesitás hablar de sustentabilidad, sino de la moda en términos de la belleza de la ropa natural. La clase de persona que va a yoga, come productos provenientes de huertas orgánicas nunca usaría ropa de plástico. Entonces entran en la etapa de “no voy a utilizar poliéster, soy la clase de persona que usa seda, lana, alpaca… y cuero vegetal de Sudamérica”. Empiezan a cambiar su mentalidad. También pienso que se vincula a lo que decía antes de Argentina valorando su cultura indígena y el cuero, la lana, la alpaca y la llama que son de este país y deberían estar muy orgullosos de vestir estos productos que son de aquí. Existen todos estos ricos recursos pero mientras la gente que viva en Argentina piense “solo quiero vestirme como una persona francesa o americana” continuarán comprando ropa asiática barata que está de moda y tiene un logo.
Con la clase de personas con la que me rodeo no usamos ropa de diseñadores y no porque no la podamos costear, sino porque no encontramos eso lindo. Nos enorgullece encontrar lindas prendas sin marcas que nos hacen sentir bien y se sienten bien en nuestra piel.
Entonces, ¿cuál es tu impresión hasta ahora sobre la vida sostenible en general, y en particular la moda, en América Latina?
Me encantó América Latina, cuanto mayor respeto tengan por las comunidades indígenas, más sustentables serán. Porque estarían comiendo ingredientes que son locales, que solo pueden encontrar aquí. Conocí gente muy interesante en AL que están trabajando sobre proyectos como por ejemplo uno vinculado a los sorbetes, utilizando el hashtag #sinsorbete #sinpopote #sinpajita. Y creo que una de las cosas que más me frustra es que los norteamericanos que abandonaron la ciudad están enseñando a la gente en AL que la sustentabilidad es no comer productos provenientes de animales. Aquí hay demasiada carne, pero creo que un poco de carne es algo muy natural y cuando hay muchos restaurantes veganos que son concurridos por extranjeros, turistas y norteamericanos, no tienes la posibilidad de conocer a los alimentos locales.
Y por otro lado, ¿han oído cómo el Reino Unido está prohibiendo los sorbetes o Francia está prohibiendo el plástico de un solo uso? Como los norteamericanos están comiendo menos comida chatarra, las compañías están buscando nuevos mercados en América Latina y diciendo “les venderemos a ellos la comida chatarra, ellos se la comerán”. Los gobiernos latinoamericanos no tienen el dinero suficiente para lidiar con tanto plástico y entonces ves toda esta basura por todos lados. El cuero plástico es un gran problema en América Latina y no es culpa de la gente que vive aquí.
Tuve un lector que se quejó sobre República Dominicana diciendo: “no es ecofriendly, porque no pueden cuidar su país”, y es una opinión muy mala, porque ¿qué se supone que hagan con todo el plástico que las compañías norteamericanas producen y les venden? Es una propuesta mala en cualquier parte del mundo y desearía que los países latinoamericanos tuvieran la fuerza y la confianza de hacer como Alemania y decir: “tú produces el plástico, es tu responsabilidad resolver qué hacer con él”. Pero no sé suficiente para entender realmente porqué no hay voluntad política para ver alrededor y ver que hay basura por todos lados y decidir qué hacer con este asunto.
Cuanto mayor respeto tengan por las comunidades indígenas, más sustentables serán. Porque estarían comiendo ingredientes que son locales, que solo pueden encontrar aquí
Alden Wicker
En A.L. el foco todavía está puesto en el reciclaje, el upcycling o las ferias americanas, porque no hay producción local que abastezca a los diseñadores de materias orgánicas, sustentables, reciclables, etc. Algunas marcas veganas utilizan descartes de ecocuero, pero no tienen muchas más opciones que no tengan que ver con el plástico. ¿Cómo lo han resuelto en otros sitios que visitaste? ¿Qué salidas posibles a mediano plazo se pueden ensayar?
Creo que nadie sabe la respuesta a esa pregunta. Hay tiendas masivas y después están las pequeñas marcas donde todo es muy caro porque se nutren de granjas orgánicas y ambas están compitiendo. Las pequeñas están haciendo algo muy sustentable, pero muy costoso. Y para las grandes marcas… no existe la tecnología o los recursos para hacer más de 10.000 unidades de algo y ser sustentables, no hay suficiente algodón orgánico para que todas estas marcas usen algodón orgánico. Finalmente, lo que ocurre con el cuero es difícil, porque toma muchos recursos y es muy tóxico fabricarlo. Pero el cuero dura mucho más que el plástico, entonces precisa de más recursos al inicio pero menos recursos para reemplazarlo uno y otra vez. Ojalá el biocuero que se desarrolla ahora en laboratorios esté disponible. Se supone que esté disponible a principios del año que viene pero solo para marcas de lujo, así que no sé cuánto tomará en estar disponible para todas las marcas… eso sería muy emocionante.
He estado hablando con científicos y defensores sobre este tema y realmente creo que estamos atascados y lo más sustentable que podemos hacer es comprar menos y mejor, y mantener las cosas por mucho tiempo. Pero las marcas no hacen dinero de esa manera, y entonces tienes una situación donde H&M está tratando de ser sustentable y realmente creo que en verdad quieren hacerlo, pero se topan con los límites de la tecnología y también están tratando de mantenerse en el mercado. Al mismo tiempo están recibiendo críticas de los defensores de sustentabilidad, y por otro lado las marcas de moda fast fashion que son aún más baratas que H&M están atrayendo a los consumidores a productos más tóxicos y sin ética. Es terrible. No sé cuál es la respuesta. Para desarrollar nuevas fibras sustentables se necesita mucha inversión y tiempo, y la industria de la moda no está preparada para hacer eso. Es un tiempo difícil.

Hablándole a emprendimientos de diseño sostenible, ¿qué recomendación les darías para que mejoren la comunicación de sus marcas?
Creo que una pequeña marca que es sustentable o ética, tiene que liderar con la belleza de sus productos. Si tienen una página web, lo primero que debería verse es la ropa en modelos, bellamente hecha. Y si me importa la sustentabilidad debería poder hacer un clic en “About” y debería existir una sección sobre cómo es que son sustentables. Pero no debe estar al inicio, porque creo que la gente quiere divertirse con la ropa y ser muy serios sobre la sustentabilidad y ética puede hacer que las personas cambien de idea. En las páginas se ven ambas, pero las marcas exitosas muestran la ropa primero. Siempre pienso en Reformation, vas a su página y no hay nada sobre sustentabilidad hasta que hacés clic. Ves la ropa y hay una pequeña caja que dice “así es como es sostenible” y puedes leer sobre eso, está ahí. Pero si vas a la página de inicio, dice “es el día de la madre, consigue ropa que haga juego con la de tu hija”. Son bastante divertidas sus publicaciones, ni siquiera sé qué tan seguido hablan de sustentabilidad.
También como Kering, un conglomerado de marcas francés que contiene otras marcas de lujo como Gucci, Bottega Veneta y trabajan en muchas iniciativas sustentables pero no le dicen a las marcas que publiciten nada de eso, sólo están trabajando en eso. Y todas sus comunicaciones sobre sustentabilidad son para la prensa, o en conferencias o en áreas donde la gente está interesada en aprender sobre eso y tienen el espacio mental para sentarse y leer la información. Pero si entrás en una tienda como Gucci o Bottega Veneta no hay nada sobre sustentabilidad, es solo parte de lo que están haciendo detrás de escena. Entonces, si te interesa la sustentabilidad sabés que Kering está trabajando en esto. Si no, no importa, podés entrar en la tienda y si te gusta algo lo comprás. Porque la gente toma la decisión de comprar algo como por impulso y si les decís “esperá, quiero decirte todas las formas en que somos sustentables” la persona se detiene y deja de comprar.
¿Creés que hay una diferencia real entre la comunicación de una marca de moda tradicional y una marca de moda sostenible?
Sí y no. Como dije, la mayor parte de la comunicación de marcas sustentables exitosas debe lucir como las normales. La comunicación para la prensa y para otros profesionales debe ser diferente. Y tienen que tener una parte de la página web que hable de todo en detalle porque como alguien que es parte de la prensa me siento muy frustrada cuando veo un sitio que en la sección “sobre nosotros” dice: “nosotros somo ecofriendly”, pero ¿cómo lo sos? y no contestan, entonces son un fraude. De nuevo, el frente del sitio debe ser igual, y detrás de eso tiene que estar la explicación con mayor detalle, inteligencia.
Si pudieras recomendar sólo tres prácticas para tener un armario sostenible ¿Cuáles serían?
¡Buena pregunta! Creo que sería así, número uno: conocé tu estilo. Creo que si no tenés confianza o no sabés qué luce bien en ti vas a comprar un montón de cosas solo para deshacerte de ellas luego. Entonces, conocé tu estilo, tené confianza de tu estilo. De hecho, yo uso Pinterest para esto, tengo un tablero de outfits que me gustan y después de un tiempo vi que había un patrón, de cosas que siempre elegía que realmente me gustaban. O puedes usar revistas y hacer collages, pero creo que conocer lo que te gusta hará tu armario más chico porque comprar menos y mejor y usar las cosas por mucho tiempo, conservarlas por un largo tiempo y repararlas sería la segunda recomendación: comprá menos y comprá mejor.
Y la tercera cosa… es complicada, pero compra materiales naturales y sustentables, si podés. Hay algunos básicos que está bueno saber: los mejores materiales para comprar son alpaca y llama, seda, quizás lana pero alpaca y llama son mejores, algodón orgánico si puedes, o algodón de “Better Cotton Initiative”, cuero curtido vegetal aunque no siempre es posible… no voy a decirle a alguien si es vegano que tiene que comprar cuero, pero si te encuentras en la necesidad de comprar cuero, que sea de segunda mano. Ah, tencel es otro buen material, es como seda, pero está hecho de celulosa y por una compañía responsable. ¡Oh! Ésa es la otra recomendación, comprá de segunda mano.
Entonces, conocé tu estilo; comprá menos y mejor; y comprá de segunda mano, y luego si tenés que comprar algo nuevo, comprá de estos materiales naturales.
Algunos datos extra sobre Alden:
Es periodista independiente y bloguera sobre estilo de vida sostenible. Administra su sitio EcoCult desde Nueva York y publica para otros medios como Refinery29, Newsweek, Glamour, Quartz, Fast Company, Racked, entre otros. Decidió recorrer el mundo para conocer de primera mano experiencias textiles y culturales sostenibles y así fue como nos encontramos en una charla en Buenos Aires y tuvimos la oportunidad de compartir una tarde juntas.
Algunos de sus focos de interés son: joyería, bodas, belleza, viajes y estilo desde una perspectiva siempre ética y sostenible. Y una de las cosas que más me llamaron la atención es la cruda sinceridad con la que aborda la sostenibilidad, como un camino posible y necesario pero lejos de la idealización. Sus artículos son todo lo sólidos que pueden ser desde las fuentes y la parcialidad, así que si te interesó leerla podés suscribirte a su newsletter porque es altamente recomendable.