Vamos a hablar de un #básico que lo tenemos re presente pero olvidamos su poder a cada rato. Un señor, Marshall McLuhan, señaló su importancia con elegancia cuando tituló como “El medio es el mensaje” a un capítulo de un libro en 1964 (!!!). No, en unas cuantas cosas no inventamos la pólvora con Internet ni las redes sociales.
El canal es la estrella invisible ¡porque define muchísimas cosas! Así que vayamos por el principio:
🌙¿Qué es? Es el medio a través del cual emito mi mensaje. Dicho así parece una pavada, pero seguro que si alguna vez anduvieron en bicicleta en una calle empedrada se acordaron de todos los parientes de los que pusieron los adoquines. O si esperaron el tren en una estación e intentaron entender qué decían por el altavoz saben de qué hablo.
🌙¿Para qué sirve? Para que el mensaje llegue de la manera y forma adecuada y para que le llegue a quién le tiene que llegar, si hacemos las cosas bien, claro. Y acá vengo con mis ejemplos: ¿Vieron que está de moda filmar declaraciones de casamiento? Cada cual elige un lugar y una manera diferente, pero lo que todos los videos tienen en común es que le destinatarie no es la pareja. ¿Cuántas declaraciones más hay que nadie se entera? O mejor dicho se enteran de otra manera. El canal importa de acuerdo a: quién envía el mensaje, el mensaje y además quién quiero que lo reciba.
Mi recomendación es que atiendas a qué canal es más amigable para vos y con tu mensaje, dónde te sentís más como en casa. Una cosa es la timidez de probar un nuevo canal y otra es no sintonizar. Vamos a estar perdiendo nuestro tiempo y nuestra energía tan valiosa.
Si nuestro mensaje no tiene nada que ver con el canal, o no nos hallamos con él, es como pasear en bicicleta en un empedrado, para nosotres y para quién reciba ese mensaje. No está todo el mundo en todos lados, existimos allí en donde estemos y hagamos y no pasa nada, está perfecto. Recordá que el medio también hace al mensaje, pero fidelidad propia ante todo.